martes, 6 de enero de 2015

Efesios 6:16 "Tomad el escudo de la fe, con podáis apagar los dardos de fuego del maligno"

EDITADO EN FACEBOOK POR EL PASTOR EFRAIN ARTURO CHAVEZ ESPARTA                      
LIMA - PERÚ LUNES 05 DE ENERO DEL 2015
Efesios 6:16
"Sobre todo, tomad el escudo de la fe, con que podáis apagar todos los dardos de fuego del maligno".
*** Introducción.- Hemos visto que, al ponerse la armadura, lo más importante es el estar ceñidos, fajados y dispuestos para lo que venga. La verdad, nos hace pensar, hablar y actuar de consuno con el Señor, dando firmeza a nuestro accionar en armonía con el divino fluir.
*** La justicia, reposa en la verdad divinal que nos fuera manifestada, empoderándonos con el mayor recurso que tuviera Adán antes de la caída: Ser justos y uno con el Señor, asumiendo la autoridad y la fortaleza de la que fuéramos premunidos, avasallando el poder del enemigo al no ser víctimas de sus mentiras, sus engaños y sus falacias, dando por descontados nuestra victoria y triunfo sobre toda fuerza antagónica.
***Desde que te calzas con el apresto del evangelio de la paz, y comienzas tu rítmica marcha para ganar a otros para el Señor, el diablo se sabe perdedor, y él verá cómo la "resistencia", se pasa al "enemigo", demoliendo sus fortalezas y rindiendo sus plazas fuertes.
*** SOBRE TODO, TOMAD EL ESCUDO DE LA FE...".- El enemigo sabe que, de la conquista territorial, pasamos a la conquista personal, buscando convertir a cada enemigo sometido, en parte de nuestro ejército de valientes; no porque le ofrezcamos "mejores recompensas", o "paraísos islámicos" con una multitud de huríes; sino porque le devolvemos su herencia en Dios, que el enemigo sabe que posee un valor incomparable.
*** El evangelio, no sólo brinda consuelo al abatido, opción al decaído de ánimo, y un panorama general de bendiciones inenarrables; nos comparte la eternidad con Dios, y todo lo que ello presupone, dejando al diablo sin opciones.
*** El escudo descrito aquí, es el largo y curvo que usaban los soldados romanos como parte de su estrategia defensiva-ofensiva, recibiendo el impacto directo de los embates que el enemigo lanzara, y permitiendo el avance progresivo de las legiones al juntarlo al de sus compañeros en la batalla, formando un rectángulo, semejando una tortuga dentro de su concha. Una sostenida formación los cubría arriba y a los costados, al frente y detrás; y toda arma arrojadiza se estrellaba contra los escudos, conservando incólumes a los que bajo ellos se parapetaran.
*** La certeza de la esperanza, ha sido tejida promesa a promesa, cohesionándose línea tras línea y renglón tras renglón, deteniendo o atrapando los dardos y las flechas, impidiendo que éstas dañen a los que están detrás de ellos.
*** Y así como un gusano forja un capullo para esconderse en él, y fabrica su incubadora particular para convertirse en una bella mariposa; así el hijo de Dios ha de premunirse de lo indispensable para que los continuos ataques del diablo encuentren sólido su amparo, y fija su victoria.
*** El dolor, el desengaño, la doblez, la acusación, la desconfianza, el chisme, la disensión, el desencanto, el cansancio, la brega constante, la desilusión, etc.; son algunos de los dardos que el diablo nos lanza, y que deben ser parados y atajados por el escudo de la fe; para que no envenenen el alma y el ánimo de los creyentes, abandonando la comunión, y desertando, haciéndose vulnerables en extremo.
***El hablar en lenguas a solas con Dios, la oración, el ayuno, la comunión, la lectura constante de la Palabra de Dios; la sumisión el uno al otro en el plano funcional, todas las reuniones en la semana, etc.; son los ejercicios espirituales que nos mantendrán vivos y activos en los asuntos del reino; sólo ello apagará todos los dardos ardientes que el enemigo nos lanza diariamente.
PASTOR: EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA 05/01/2015

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