viernes, 24 de octubre de 2014

Dios te revele quién eres en Cristo Jesús

LIMA - PERÚ VIERNES 24 DE OCTUBRE DEL 2014
Efesios 1:18-19
"Alumbrando los ojos de vuestro entendimiento, para que sepáis cuál es la esperanza a que él os ha llamado, y cuáles las riquezas de la gloria de su herencia en los santos; y cuál la supereminente grandeza de su poder para con nosotros los que creemos, según la operación del poder de su fuerza".
*** (Ef.1:18) Cuando el área del conocimiento espiritual alcanza un nivel específico, éste trabaja como el interruptor que asocia su captación espiritual con el entendimiento que el alma puede percibir en su esfera anímica; de allí surge el feliz alumbramiento que hace de ambos (espíritu y alma) uno, asociándose a todos los intentos del Padre en una clara percepción de los hechos.
***Cuando entendemos el deseo de nuestro Señor, y concordamos con él en ese sentido, se apodera de nuestro ser un anhelo por ejecutar el mandato divinal en una clara consciencia célico-pedestre que ya no aborta sus consignas, sino que se pliega a ellas en una acción conjunta (Mt.28:18-20).
*** La Gran Comisión es el resultado de un pleno entendimiento de las cosas de Dios, actuando sobrenaturalmente, fructificando para su gloria, cubriendo su propósito.
*** Los que andan "en ayunas" respecto al propósito divinal, siempre estarán cuestionando el divino fluir, debido a su fragmentaria percepción de los hechos; pero cuando se alcanza el nivel de entendimiento sobre lo que quiere Dios para nosotros, dentro de su plan y consigna, nos resulta fácil cedernos al uso que el Espíritu Santo quiera hacer de nosotros, dándole al reino demoníaco golpes de gran contundencia, recobrando territorios que antes estuvieran bajo su dominio, descubriendo el sentido de "la esperanza a la que fuimos llamados", y para la que fuéramos investidos de poder (Hch.1:8).
*** Dios no nos llama al cumplimiento de los deberes eclesiales sin antes habernos equipado para enfrentar toda oposición, y garantizándonos su total asistencia y la consecución de la victoria para cubrir cada intento suyo con la máxima eficacia. Su estrategia nos puede ser revelada antes de nuestra partida o en el trámite de la misma; pero él jamás nos requerirá algo para lo que él mismo no nos haya aparejado, solicitando nuestra participación en conformidad con nuestra capacidad (Mt.25:15; Sal.144:1).
*** Las "riquezas de su gloriosa herencia en nosotros", nos tienen que ser reveladas a cabalidad. Muchos de los santos no están conscientes de su poder y capacidades superiores en el Señor, porque siempre se han visto como niños engreídos y favoritos de su dulce Padre; ignorando que "Jehová es varón de guerra" (Éx.15:3), y que una de las dimensiones de nuestro llamamiento es la de soldados del Señor (2Ti.2:4).
*** No hay cosa más trágica que ver a un heredero del Señor vestido de harapos, llorando desgracias, y teniendo una crisis tras otra sin objetivos aparentes; ESO DESDICE NUESTRA CONDICIÓN EN CALIDAD DE HEREDEROS DEL SEÑOR. Mientras que la consciencia de hijos y herederos no se haya solidificado en la mentalidad de los creyentes, la dependencia, la impotencia, el desconocimiento, la impericia y la indigencia, se hacen nuestros camaradas, o compañeros de desgracias, manteniéndonos "gimiendo y llorando en este valle de lágrimas" como reza La Salve.
*** Los santos que descubren quiénes son en Cristo Jesús se tornan en grandes conquistadores, en titanes de Dios, en gente de poder, en héroes resueltos a darlo todo por su Señor, descansando de antemano en el hecho de ser gente de pacto, y seguros vencedores de sus antagonistas (1S.17:31-37).
*** (Ef.1:19) La debilidad del creyente está basada en su inconsciencia de quién es en Cristo, qué tiene en él, qué puede hacer, y qué puede lograr cuando se apodera de cada promesa de Dios como energía viviente y vivificante, percibiendo la adrenalina espiritual embargar su ser integral con una potencia que inflama su corazón, lo enardece frente a sus enemigos, y hace emerger en él aquella esencia desconocida que lo empodera más allá de humanas concepciones, avasallando aun su plano consciente, causando en él un hervor de fuego que devorará a sus adversarios.
***Fue esa consciencia de quién era en Dios lo que cambió al humilde pastor del octavo hijo de Isaí, en el matador de gigantes, y héroe nacional israelita que nos enseñara el camino a seguir para conquistarnos a nosotros mismos, y para derribar fortalezas enemigas en un ataque frontal. El creyente es llamado a no rehuir la batalla, y a acercarse al teatro de la guerra con la seguridad de un vencedor, y en la línea de batalla, hacer frente a lo que venga, levantando bandera contra el opositor, visiblemente empoderado "en el poder de su fuerza".
PASTOR: EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA 24/10/2014

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