LIMA - PERÚ MARTES 14 DE OCTUBRE DEL 2014
Efesios 1:3.
"Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo".
*** Se dice que la bendición es invocar el apoyo activo de la Deidad para hallar bienestar y prosperidad, e implica también la recepción de todos los bienes que él otorga a quien lo tiene como su Señor; y esto es así cuando se considera de arriba hacia abajo, siendo continuamente bendecidos por el Padre (Dt.28:8); pero cuando se mira de abajo para arriba, expresa nuestra gratitud y adoración hacia el Dios Todopoderoso que nos favorece (Sal.100;103).
*** (Ef.1:3a) Nuestra referencia aquí, expresa nuestra gratitud a Dios, y la exaltación de su amor para con nosotros al enviarnos el Espíritu de su Hijo, el cual clama: ¡Abba, Padre!; sintiéndonos semejantes a él, y parte de la Deidad como hijos amados, con un sentir singularísimo de relación existencial trascendente, que nos permite encaramarnos (como un aguilucho sobre mamá águila para enseñarle a volar), remontándonos en una etérea comunión que nos haría plenamente conscientes de lo que somos, tenemos y podemos en él, hablándonos de su bendición funcional en nuestra espiritual esfera de gloriosa comunión con él.
*** (Ef.1:3b) "Que nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo". Esta expresión paulina produce la fijación del divino obrar sobre aquellos a los cuales les viene la bendición; pues es Dios hablando bien de nosotros en el sentido de su propósito, fijando posicionalmente el mismo, e indicando dónde encontraremos enclavado su compromiso con nosotros para que su plan se lleve a cabo de modo inalterable. Veamos:
*** (Ef.1:3a) Nuestra referencia aquí, expresa nuestra gratitud a Dios, y la exaltación de su amor para con nosotros al enviarnos el Espíritu de su Hijo, el cual clama: ¡Abba, Padre!; sintiéndonos semejantes a él, y parte de la Deidad como hijos amados, con un sentir singularísimo de relación existencial trascendente, que nos permite encaramarnos (como un aguilucho sobre mamá águila para enseñarle a volar), remontándonos en una etérea comunión que nos haría plenamente conscientes de lo que somos, tenemos y podemos en él, hablándonos de su bendición funcional en nuestra espiritual esfera de gloriosa comunión con él.
*** (Ef.1:3b) "Que nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo". Esta expresión paulina produce la fijación del divino obrar sobre aquellos a los cuales les viene la bendición; pues es Dios hablando bien de nosotros en el sentido de su propósito, fijando posicionalmente el mismo, e indicando dónde encontraremos enclavado su compromiso con nosotros para que su plan se lleve a cabo de modo inalterable. Veamos:
(I) NOS BENDIJO.- Nos programó concretamente para ejecutar su propósito en el contexto de las edades, canalizando su poder para la realización oportuna de su propósito según lo planeado en la eternidad pasada. Por eso nos rescata, nos establece, nos equipa, nos unge y nos envía; plenamente capacitados para ejecutar su voluntad en el trámite de nuestra generación. Véase LA ACTIVIDAD DE LOS BENDITOS en el Salmo 103:20-22; y veamos sus cualidades:
(A) Son sus mensajeros:
a) Poderosos en Fortaleza
b) Ejecutores de su Palabra
c) Obedecedores de su Precepto;
b) Ejecutores de su Palabra
c) Obedecedores de su Precepto;
(B) Componen sus Ejércitos:
a) Son sus Ministros,
b) Hacen su Voluntad;
b) Hacen su Voluntad;
(C) Son su Operatividad:
a) Operan donde esté su Señorío;
a) Operan donde esté su Señorío;
*** En tales condiciones, nuestras almas, bendicen a Jehová, y lo exaltan con sus hechos y sus dichos ¡Aleluya!
(II) CON TODA BENDICIÓN ESPIRITUAL.- Esto implica que la fuente de poder puede ser sentida por el alma, y obrada a través del cuerpo; pero que es poseída en el espíritu; desde donde ha de partir todo el empoderamiento para operar en el nombre del Señor con plena autoridad y potencia del cielo sobre la tierra. Y cuando ese poder es expresado en el nombre del Señor, NADA LO RESISTE, TRIUNFANDO INOBJETABLEMENTE (Lc.24:50-51; Mt.28:18-20).
(III) EN LOS LUGARES CELESTIALES.- Esta es la esfera que todo lo abarca, y que teniendo autoridad total de parte de Dios, opera arriba en el cielo, y abajo en la tierra (Jos.2:11; Mt.6:10; 28:18-20). Los lugares celestiales nos hablan de una ubicación espiritual que opera donde el poder de Dios puede expresarse, y posee vigencia: Una sanidad, una liberación, un milagro, un mandato divino que se mantiene vigente allá arriba, y acá abajo, nos dan fe de dónde se encuentran los lugares celestiales. ¿De qué sirve una sanidad donde nadie enferma? ¿De qué libertad hablamos donde todos son libres? ¿De qué milagro hablamos en el ámbito sobrenatural? (Hch.17:24-28)
(IV) EN CRISTO.- El círculo envolvente en el que la gloria de Dios opera ilimitadamente, es aquel donde el Señor Jesús ha entrado e interiorizado todo lo que le rodeaba. Recuérdelo: Entre tener a Cristo por la fe en el corazón (Ef.3:17), y ser UNA NUEVA CREACIÓN EN CRISTO JESÚS (2Co.5:17); hay una abismal diferencia. En el primero de los casos, él entra en nosotros; en el segundo, NOSOTROS SOMOS INTRODUCIDOS EN ÉL. Lo primero, implica nuestro recobro para Dios; lo segundo es NUESTRA GLORIA CON ÉL. El Jesús que murió por causa de nuestros pecados, al llevarlos consigo; no es el CRISTO RESUCITADO QUE SE SENTARA A LA DIESTRA DEL PADRE EN LOS CIELOS, Y QUE VOLVERÁ POR NOSOTROS SIN RELACIÓN CON EL PECADO PARA SALVAR A LOS QUE LE ESPERAN (He.9:28). No confundamos el día de la petición de la mano de la novia, con el día de su matrimonio con el novio; ni la condición de enamorados, con la de cónyuges.
PASTOR: EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA 14/10/2014
PASTOR: EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA 14/10/2014
No hay comentarios.:
Publicar un comentario