LIMA - PERÚ MIÉRCOLES 15 DE OCTUBRE DEL 2014
Efesios 1:4.
"Según nos escogió en él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de él".
*** El plan establecido por el Padre para ubicar el cielo y la tierra en una sola dimensión binaria, que funcionaría bajo las saetas del reloj profético señalado por su bendición espiritual en lugares calificados de celestiales en Cristo, debe proseguir su marcha bajo las premisas de su decir y obrar. Veamos:
(I) SEGÚN NOS ESCOGIÓ EN ÉL.- Esto apunta a la elección ejercida por Dios en el contexto soberano de quien no mira las cosas en el orden temporal, como lo haría cualquiera de nosotros, basado en los acontecimientos generacionales; sino como habiendo visto de principio a fin nuestra historia en los términos de las edades (de eternidad pasada a eternidad futura).
*** Sabiendo que habíamos de corresponder al "cortejo divino" en el plano relacional divino-humano, y que escogeríamos voluntariamente adherirnos a él en principios y prácticas, ubica a cada cual dentro de sus sinos elegidos, operando bajo la precognición, y asumiendo nuestra condescendencia para una operación divino-humana consentida mutuamente; se crea la línea convergente que haría que nosotros operásemos con él el panorama redentivo, asumiendo él el pago total del precio del mismo, entregándonos el pleno disfrute de la vida que él diseñara para nosotros desde el principio (Jer.29:11).
*** La divina planificación toma cuenta en forma pormenorizada de nuestros aciertos y defecciones, corrigiendo lo defectuoso, hasta que armonice con el plan original, cubriendo su propósito (Sal.138:8).
*** Sabiendo que habíamos de corresponder al "cortejo divino" en el plano relacional divino-humano, y que escogeríamos voluntariamente adherirnos a él en principios y prácticas, ubica a cada cual dentro de sus sinos elegidos, operando bajo la precognición, y asumiendo nuestra condescendencia para una operación divino-humana consentida mutuamente; se crea la línea convergente que haría que nosotros operásemos con él el panorama redentivo, asumiendo él el pago total del precio del mismo, entregándonos el pleno disfrute de la vida que él diseñara para nosotros desde el principio (Jer.29:11).
*** La divina planificación toma cuenta en forma pormenorizada de nuestros aciertos y defecciones, corrigiendo lo defectuoso, hasta que armonice con el plan original, cubriendo su propósito (Sal.138:8).
(II) ANTES DE LA FUNDACIÓN DEL MUNDO.- La cronología humana no había comenzado a vivir lo que hoy conocemos como su historia, y el start (encendido) no había sido tocado para dar inicio a la misma. Pero así como un ingeniero sabe qué hará cada pieza que creara para el funcionamiento de un motor de combustión interna, Dios conocía los efectos del obrar inicial, pues había diseñado todo para funcionar según su parecer, manteniendo el ralentí para que cada fase histórico-profética se cumpliera a cabalidad, y la velocidad se incrementara o disminuyera a su sazón, produciendo un desplazamiento muy preciso y sostenido, obteniendo su total satisfacción al verlo ejercer su función conforme a lo programado. Y como los ingenieros presentan su plan piloto, y lo hacen funcionar ante los ojos de quienes tienen en ello su interés, así el Señor nos muestra en la Palabra el cómo fuimos diseñados, cómo funcionamos dentro de un género vital específico, y cómo le daremos satisfacción al fluir a su sazón, y cuando todo está listo, lo pone en marcha para ejecutar el deseo de su corazón. El alfa y la omega de lo que habría de ser; el principio y el fin de todas las cosas; ya estaban definidos desde antes que todo tuviera su inicio (Is.41:4, 20-23).
(III) PARA QUE FUÉSEMOS SANTOS Y SIN MANCHA DELANTE DE ÉL.- En el v.3 el apóstol nos muestra el sello de la seguridad divinal para que su programa se ejecute sin tropiezo alguno; en el v.4a, de nos revela nuestra elección en el perímetro de su realidad existencial y vivencial con nosotros; y en el 4b. nos es comunicada la pre-cronología que nos mostraría el objetivo en el v.4c, donde se nos refiere la probidad para la herencia, en calidad de santos y herederos, haciendo notorio su celo por nuestra total purificación y el absoluto emblanquecimiento, de modo que estemos aptos para participar de "la herencia de los santos en luz" (Col.1:12; Hch.26:18).
*** Aquí observamos a Pablo referirse a nuestro destino con el Señor tras un proceso de refinamiento o santificación, purgando de nuestras naturalezas todo lo que no es aprobado por él para alcanzar el nivel de herederos (1Co.15:50), algo que ya tratara con lujo de detalles al versar sobre la resurrección, dando un claro entendimiento al respecto.
*** Cada vez que visitamos la celeste esfera, el Señor hace hincapié sobre el panorama redentivo, y todo el proceso que hubo de atravesarse para alcanzar el estar hoy en su presencia de un modo digno y cabal, y en calidad de aceptos en Cristo Jesús. La palabra SANTOS describe nuestra condición de gente sin pecado, separada de lo común, y aparejada para Dios; y la expresión SIN MANCHA, implica nuestro andar o fluir de la mano del Señor para permanecer en esa condición como algo definido y no como algo opcional. Así, nuestra naturaleza, y nuestra capacidad operativa, son asumidas como una realidad existencial y vivencial de valoración permanente. En el plano de la gloria divinal, la trascendencia es la garantía estelar en los territorios de orden secular, actuando conjuntamente para el loor divinal.
PASTOR: EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA 15/10/2014
*** Aquí observamos a Pablo referirse a nuestro destino con el Señor tras un proceso de refinamiento o santificación, purgando de nuestras naturalezas todo lo que no es aprobado por él para alcanzar el nivel de herederos (1Co.15:50), algo que ya tratara con lujo de detalles al versar sobre la resurrección, dando un claro entendimiento al respecto.
*** Cada vez que visitamos la celeste esfera, el Señor hace hincapié sobre el panorama redentivo, y todo el proceso que hubo de atravesarse para alcanzar el estar hoy en su presencia de un modo digno y cabal, y en calidad de aceptos en Cristo Jesús. La palabra SANTOS describe nuestra condición de gente sin pecado, separada de lo común, y aparejada para Dios; y la expresión SIN MANCHA, implica nuestro andar o fluir de la mano del Señor para permanecer en esa condición como algo definido y no como algo opcional. Así, nuestra naturaleza, y nuestra capacidad operativa, son asumidas como una realidad existencial y vivencial de valoración permanente. En el plano de la gloria divinal, la trascendencia es la garantía estelar en los territorios de orden secular, actuando conjuntamente para el loor divinal.
PASTOR: EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA 15/10/2014
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