sábado, 13 de septiembre de 2014

El Reino de Dios: LA ENCARNACIÓN

El Reino de Dios: LA ENCARNACIÓN:  

LIMA - PERÚ LUNES 08 DE SETIEMBRE DEL 2014

Gálatas 4:3-4.

"Así también nosotros, cuando éramos niños, estábamos en esclavitud bajo los rudimentos del mundo. Pero cuando vino el cumplimiento del tiempo, Dios envió a su Hijo, nacido de mujer y nacido bajo la ley".

*** (Gá.4:3) La analogía del estado de niñez en la carne, con nuestra condición espiritual, nos pone en antecedentes sobre aquello que nos domina o es artículo de nuestro interés infantil, morando en la intrascendencia.
***La etapa que Pablo denomina esclavitud bajo los rudimentos (primeras nociones de alguna ciencia o arte; o el embrión de un ser orgánico; un factor inicial) del mundo, ilumina los primeros estadios de nuestra vida en desarrollo lento y progresivo.
*** Nuestro debut en la vida, tiene el desconocimiento como su total haber, todo es nuevo y sorprendente, siendo motivados por la curiosidad, que nos mueve a experimentar cosas por nuestra cuenta, hasta que los que nos precedieran en el planeta procedan a enseñarnos, según su conocimiento de las cosas y de los hechos, y según su entendimiento.
*** Un prolongado estado de niñez es síntoma de una anomalía que requiere de algunos ajustes pertinentes, de amonestaciones, de instrucciones y de dirección sabia. Los juegos, las diversiones, las aventuras, y hasta la religión, son parte de los así llamados rudimentos. Nuestra relación con Dios exige un plano de consciencia espiritual, anímica y física; de allí la educación y formación judaica, que implica un todo existencial, y una relación con la Deidad que aspira a forjar un orden vital y un propósito coherente con nuestra realidad tripartita.
*** La fantasía imaginativa y especulativa es propia de la mentalidad gentil; la consciencia célico-pedestre es la norma en el judaico saber, independientemente de las decisiones rabínicas o las tradiciones que anulen el sentido trascendente de la Palabra (Mr.7:13: Jer.8:8-9).
*** Estar bajo los rudimentos del mundo propone un conocimiento intelectual exento de temor real al Dios verdadero. ESTAR ENTERADO, NO ES LO MISMO QUE SABER. Lo primero, supone un entendimiento no relacional ni comprometido; lo segundo, arma nuestro pensamiento y accionar con premisas exactas, cabales y efectivas, que no indican probabilidad, sino certeza y seguridad, sentido y propósito (1P.4:1-2)..
*** (Gá.4:4) Dios tiene un orden cronométrico en su fluir, y en su actuar en el orden temporal realizando su propósito dentro de su naturaleza puntual y exacta. Dios ha presupuestado su accionar por las edades, promoviendo etapas, eras y sazones en su sola potestad, actuando dentro de la corriente del tiempo conforme a su voluntad y cumpliendo un itinerario según su beneplácito (Ef.1:9).
*** El reloj divino, que marcha como un cronómetro, hace sonar su alarma al llegar el tiempo u ocasión oportunos; y así como los cielos cuentan la gloria de Dios, los tiempos o sazones, suelen dar la hora para el control de los tiempos al estilo del Dios vivo: marcando los hitos históricos, asentando las bases de un nuevo fluir, reformando lo perentorio para que quede lo fijo y estable, poniendo los cimientos de lo que habrá de ser, etc. Así, pues al llegar la fecha límite en lo concerniente a las edades, se baja el telón a lo que fue, ubicando la nueva escenografía para lo programado en el siguiente acto: El envío del Hijo para la encarnación, cumpliendo los parámetros puestos por el Padre para afectar las edades sin abusar los acuerdos legales establecidos previamente: El primer Adán hizo caer a toda la creación; el segundo Adán había de redimirlos en la misma condición, según lo establecido por Dios en la eternidad pasada y en la fundación del mundo. Los derechos legales ganados por el diablo con sus estratagemas, al promover la caída del hombre, no se verían conculcados; siendo vencido en su terreno usurpado con los recursos legales propios de un hombre ungido (Hch.10:38), y no como un Dios disfrazado (Fil.2:5-11).
*** Al nacer el Señor Jesús de una mujer, hizo legal su entrada al mundo natural; y al nacer bajo la ley (que sujetara al mundo entero bajo el principio de santidad) se obligó a sí mismo a vivir sin pecado, y a estar totalmente preparado para ser el sacrificio vicario que quitaría el pecado del mundo (He.10:5-10;Jn.1:29). Tales eran las cosas y compromisos a los que el Señor se autoobligó, cubriéndolos conforme a la medida autoimpuesta.
PASTOR: EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA 08/09/2014BRE DEL 2014 Gálatas 4:3-4. "Así tam...

No hay comentarios.:

Publicar un comentario