LIMA - PERÚ MARTES 09 DE SETIEMBRE DEL 2014
Gálatas 4:5-7.
"Para que redimiese a los que estaban bajo la ley, a fin de que recibiésemos la adopción de hijos. Y por cuanto sois hijos, Dios envió a vuestros corazones el Espíritu de su Hijo, el cual clama: ¡Abba, Padre! Así que ya no eres esclavo, sino hijo; y si hijo, también heredero de Dios por medio de Cristo".
*** (Gá.4:4) La introducción del Hijo de Dios en el mundo (entre el género humano), trajo la adoración angelical por la divina ordenanza (He.1:6), lo cual se mostró en Lucas 2:8-14. Y su nacimiento bajo la ley, nos hizo saber que los arreglos faltantes para que fuéramos aptos para alcanzar la promesa, serían hechos, conforme a las demandas de la misma, impartiéndonos su justicia por la vía sacrificial sustitutiva, en el más bendito trueque jamás imaginado (2Co.5:21).
*** Y ahora, Pablo pasará a explicar cómo obtenemos nuestra redención y nuestra partida de nacimiento y filiación en el Cuerpo de Cristo, que es la Familia de Dios y la Iglesia del Dios viviente, y la Novia del Cordero, y su Esposa en ambas esferas: celestial y terrenal.
*** (Gá.4:5). El primer aspecto considerado es nuestra redención (el pago por nuestro rescate por la vía sacrificial, satisfaciendo la justicia divina, anulando al diablo, y ubicándonos en otra posición: como JUSTOS ANTE DIOS). Dios no deja cabos sueltos. Y si nos preguntamos quiénes estaban bajo la ley: Todo el género humano (Ro.3:19, 22-23). Israel nos representó, y su compromiso con Dios iba más allá del panorama religioso, y recordemos que Dios le entregó a Abraham y a su simiente los derechos regios sobre este planeta (Ro.4:13, 16, 22-25; 9:6-8). Quizá debamos traducirlo: "Para que redimiese a todos los que han pecado". porque después afirma: "...a fin de que recibiésemos la adopción de hijos". Si tal promesa operó sólo para los judíos; lo segundo, también era para ellos únicamente, ¿o no? quedando nosotros excluidos por lógica elemental. ¿Qué nos ayuda a comprender las cosas como deben ser entendidas? Lo referido por Pablo en Gálatas 3:26-29; donde se nos descubre quiénes somos: EL LINAJE DE ABRAHAM, Y HEREDEROS SEGÚN LA PROMESA (V.29). La adopción (juiothesía=colocar como a un hijo), primero, para nacer de nuevo, lo cual nos hacía niños en Cristo (teknon Ro.8:16); y segundo; cuando alcanzamos la talla de herederos o Hijos maduros (juios Ro.8:14), aptos para oficiar con la autoridad y potencia que corresponden a la alta y noble investidura asignada a los herederos.
*** (Gá.4:6) "Y por cuanto sois hijos (juios)...", Pablo declara el hecho divino de nuestra filiación; no lo supone, no lo imagina, no lo alucina: Lo visualiza, lo sabe, y no teme afirmarlo. Así, pues, podríamos parafrasearlo como: "Por su condición de hijos maduros en el pleno uso de sus facultades espirituales y trascendentes", el Padre nos envía el Espíritu de su Hijo (¿Recuerdan el Pentecostés; y la Casa de Cornelio? Hch.2:1-4; 10:44-48; Gá.3:14, 22, 27), dándonos así consciencia de hijos y de su Paternidad sobre nosotros: ¿Resultado? ¡ABBA, PADRE! (Hch.10:47).
*** Esta filiación, de inevitable reconocimiento, implica el momento de nuestra filiación por constitución, traducido como ADOPCIÓN=JUIOTHESÍA. Al entrar en la famillia de Dios como un niño, te circuncidan con el bautismo en agua (Col.2:11-12); al haber cedido a la bendita influencia y lavamiento de la regeneración y la renovación por el Espíritu Santo (Tit.3:5), eres traído a la adopción como un hijo maduro: totalmente transformado y conformado (Ro.8:29-30).
*** (Gá.4:7). "YA NO ERES ESCLAVO (Doulos, sin derecho ni herencia), SINO HIJO (juios), y por esa posición. DIOS ES TU HERENCIA POR MEDIO DE CRISTO. Esto debe gobernar nuestros pensamientos y nuestro sentir, operando juntamente con el Señor el género de vida que nos compete: El pensar, el sentir y el obrar se hacen uno al exhalar nuestra condición, posición y potenciación, operando conscientemente para la gloria de Dios, por ser ello nuestra naturaleza y herencia. Aprende a operar regiamente por causa de tu investidura en Cristo Jesús (Ro.8:15-17) ¡Aleluya!
Gálatas 4:5-7.
"Para que redimiese a los que estaban bajo la ley, a fin de que recibiésemos la adopción de hijos. Y por cuanto sois hijos, Dios envió a vuestros corazones el Espíritu de su Hijo, el cual clama: ¡Abba, Padre! Así que ya no eres esclavo, sino hijo; y si hijo, también heredero de Dios por medio de Cristo".
*** (Gá.4:4) La introducción del Hijo de Dios en el mundo (entre el género humano), trajo la adoración angelical por la divina ordenanza (He.1:6), lo cual se mostró en Lucas 2:8-14. Y su nacimiento bajo la ley, nos hizo saber que los arreglos faltantes para que fuéramos aptos para alcanzar la promesa, serían hechos, conforme a las demandas de la misma, impartiéndonos su justicia por la vía sacrificial sustitutiva, en el más bendito trueque jamás imaginado (2Co.5:21).
*** Y ahora, Pablo pasará a explicar cómo obtenemos nuestra redención y nuestra partida de nacimiento y filiación en el Cuerpo de Cristo, que es la Familia de Dios y la Iglesia del Dios viviente, y la Novia del Cordero, y su Esposa en ambas esferas: celestial y terrenal.
*** (Gá.4:5). El primer aspecto considerado es nuestra redención (el pago por nuestro rescate por la vía sacrificial, satisfaciendo la justicia divina, anulando al diablo, y ubicándonos en otra posición: como JUSTOS ANTE DIOS). Dios no deja cabos sueltos. Y si nos preguntamos quiénes estaban bajo la ley: Todo el género humano (Ro.3:19, 22-23). Israel nos representó, y su compromiso con Dios iba más allá del panorama religioso, y recordemos que Dios le entregó a Abraham y a su simiente los derechos regios sobre este planeta (Ro.4:13, 16, 22-25; 9:6-8). Quizá debamos traducirlo: "Para que redimiese a todos los que han pecado". porque después afirma: "...a fin de que recibiésemos la adopción de hijos". Si tal promesa operó sólo para los judíos; lo segundo, también era para ellos únicamente, ¿o no? quedando nosotros excluidos por lógica elemental. ¿Qué nos ayuda a comprender las cosas como deben ser entendidas? Lo referido por Pablo en Gálatas 3:26-29; donde se nos descubre quiénes somos: EL LINAJE DE ABRAHAM, Y HEREDEROS SEGÚN LA PROMESA (V.29). La adopción (juiothesía=colocar como a un hijo), primero, para nacer de nuevo, lo cual nos hacía niños en Cristo (teknon Ro.8:16); y segundo; cuando alcanzamos la talla de herederos o Hijos maduros (juios Ro.8:14), aptos para oficiar con la autoridad y potencia que corresponden a la alta y noble investidura asignada a los herederos.
*** (Gá.4:6) "Y por cuanto sois hijos (juios)...", Pablo declara el hecho divino de nuestra filiación; no lo supone, no lo imagina, no lo alucina: Lo visualiza, lo sabe, y no teme afirmarlo. Así, pues, podríamos parafrasearlo como: "Por su condición de hijos maduros en el pleno uso de sus facultades espirituales y trascendentes", el Padre nos envía el Espíritu de su Hijo (¿Recuerdan el Pentecostés; y la Casa de Cornelio? Hch.2:1-4; 10:44-48; Gá.3:14, 22, 27), dándonos así consciencia de hijos y de su Paternidad sobre nosotros: ¿Resultado? ¡ABBA, PADRE! (Hch.10:47).
*** Esta filiación, de inevitable reconocimiento, implica el momento de nuestra filiación por constitución, traducido como ADOPCIÓN=JUIOTHESÍA. Al entrar en la famillia de Dios como un niño, te circuncidan con el bautismo en agua (Col.2:11-12); al haber cedido a la bendita influencia y lavamiento de la regeneración y la renovación por el Espíritu Santo (Tit.3:5), eres traído a la adopción como un hijo maduro: totalmente transformado y conformado (Ro.8:29-30).
*** (Gá.4:7). "YA NO ERES ESCLAVO (Doulos, sin derecho ni herencia), SINO HIJO (juios), y por esa posición. DIOS ES TU HERENCIA POR MEDIO DE CRISTO. Esto debe gobernar nuestros pensamientos y nuestro sentir, operando juntamente con el Señor el género de vida que nos compete: El pensar, el sentir y el obrar se hacen uno al exhalar nuestra condición, posición y potenciación, operando conscientemente para la gloria de Dios, por ser ello nuestra naturaleza y herencia. Aprende a operar regiamente por causa de tu investidura en Cristo Jesús (Ro.8:15-17) ¡Aleluya!
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