Dios en la cruz eliminó toda enemistad entre judios y gentiles, ahora somos uno en Cristo Jesús, miembros ambos de la familia de Dios, por tanto las bendiciones de Abraham (salud, prosperidad y longevidad) que tenían como exclusividad al pueblo judío, ahora también nos pertenecen por el Pacto de sangre echo en la cruz del calvario y lo reciben todo aquellos que confiesan a Jesús como Señor y Salvador personal¡Gloria aDios!
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