LIMA - PERÚ JUEVES 20 DE NOVIEMBRE DEL 2014
Efesios 4:5.
"Un Señor, una fe, un bautismo".....
*** La naturaleza unitaria que corresponde al andar de los hijos de Dios en la consigna divinal que comprueba nuestra dignidad como tales, nos es intimada con mucha vehemencia, refiriéndose a que no seamos mezquinos al fluir como entidad corporativa. Y la humildad, así como la mansedumbre y la paciencia, han desfilado en todas sus facetas para no dejar ningún espacio virtual sin cubrir, abarcándolo todo con el amor fraternal, y moviéndonos de continuo en un Espíritu solidario, pacífico, corporativo, de naturaleza santa y trascendente, mostrando la fidelidad de una esperanza compartida en una convergente pasión por la obra divina.
*** "UN SEÑOR".- El Señorío implica plenitud de gobierno y autoridad, el sentido específico de quien se sabe propietario absoluto de todo lo creado y redimido; pero Pablo nos da una percepción muy particular al respecto: "Para nosotros, sin embargo, sólo hay...UN SEÑOR, JESUCRISTO, por medio del cual son todas las cosas, y nosotros por medio de él" (1Co.8:6). La casta elegida como la Iglesia de Dios no debe tener ninguna mezcla de paganismo, siendo para Dios un pueblo especial que propone y vindica su Señorío, que guarda su Palabra, y que labora por él en calidad de sacerdotes de la humanidad, anunciando su reino al operar en ese sentido. Pablo está ministrando en este capítulo de 1 Corintios sobre lo sacrificado a los ídolos, haciéndonos saber que sólo los que aman a Dios, le son conocidos por su adoración testimonial y única. El apóstol ningunea a los ídolos, y presenta su/mi/tu/nuestra convicción de fe: "NO HAY MÁS QUE UN DIOS" (1Co.8:4); desechando la idolatría en un sentido general, y mostrándonos la gloria que sólo es del Padre, quien es el origen de todas las cosas (su plano creativo), y que nos hizo para él (señalando nuestro destino); haciéndonos saber de su fuerza genitiva a través de la gloria Verbal, quien nos llevó a ser lo que Dios planificara según las riquezas de su gracia, dando la existencia a todo lo creado y haciendo que todo subsista por su causa, unificándonos e identificándonos con él. ¡Lo que prometió, lo hará!. Brotamos de él, nos llenamos de él, fructificamos en él, volvemos a él como nuestra fuente original, celebrando nuestra identificación con él en ese sentido.
*** "UNA FE".- La fe que justifica, la que regenera, y la que hereda, están aquí incluidas según el decir apostólico: "Porque en el evangelio la justicia de Dios SE REVELA POR FE (plano salvífico) Y PARA FE (para la regeneración y el alcance de la herencia), como está escrito: MAS EL JUSTO POR LA FE VIVIRÁ" (Vida sustentada por efecto de la justicia adjudicada), mostrando no sólo el principio de la vida, sino la vida misma desarrollándose hasta la madurez que habilita para la herencia.
*** "UN BAUTISMO".- No vamos a polemizar sobre la doctrina de bautismos aquí, pues el plan y propósito divinal tiene que ver con aquello que nos integra en la pluralidad de la unidad, y esto es señalado por el apóstol en 1Corintios 12:13: "Porque por un solo Espíritu fuimos todos bautizados en un cuerpo, sean judíos o griegos, sean esclavos o libres; y a todos se nos dio a beber de un mismo Espíritu". No es, pues, el bautismo que un hombre realiza en otro (eventualmente, eso nos divide; desconociendo el bautismo que otros han oficiado por distintos motivos, o con un ritual o palabras diferentes). Pero este bautismo es el que realiza el Espíritu mismo, incluyendo el plano pactual del "beberlo", para que la figura trinitaria se vea completada: El Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, señalando el panorama divinal que nos envuelve en la familia de Dios.
*** El principio integracionista que nos viene unificando como la famlia de Dios es relevante y prevaleciente durante toda la ministración apostólica, no habiendo base para discutir ni polemizar, viendo el trinitario obrar en su exacta dimensión.
PASTOR: EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA 20/11/2014
*** "UN SEÑOR".- El Señorío implica plenitud de gobierno y autoridad, el sentido específico de quien se sabe propietario absoluto de todo lo creado y redimido; pero Pablo nos da una percepción muy particular al respecto: "Para nosotros, sin embargo, sólo hay...UN SEÑOR, JESUCRISTO, por medio del cual son todas las cosas, y nosotros por medio de él" (1Co.8:6). La casta elegida como la Iglesia de Dios no debe tener ninguna mezcla de paganismo, siendo para Dios un pueblo especial que propone y vindica su Señorío, que guarda su Palabra, y que labora por él en calidad de sacerdotes de la humanidad, anunciando su reino al operar en ese sentido. Pablo está ministrando en este capítulo de 1 Corintios sobre lo sacrificado a los ídolos, haciéndonos saber que sólo los que aman a Dios, le son conocidos por su adoración testimonial y única. El apóstol ningunea a los ídolos, y presenta su/mi/tu/nuestra convicción de fe: "NO HAY MÁS QUE UN DIOS" (1Co.8:4); desechando la idolatría en un sentido general, y mostrándonos la gloria que sólo es del Padre, quien es el origen de todas las cosas (su plano creativo), y que nos hizo para él (señalando nuestro destino); haciéndonos saber de su fuerza genitiva a través de la gloria Verbal, quien nos llevó a ser lo que Dios planificara según las riquezas de su gracia, dando la existencia a todo lo creado y haciendo que todo subsista por su causa, unificándonos e identificándonos con él. ¡Lo que prometió, lo hará!. Brotamos de él, nos llenamos de él, fructificamos en él, volvemos a él como nuestra fuente original, celebrando nuestra identificación con él en ese sentido.
*** "UNA FE".- La fe que justifica, la que regenera, y la que hereda, están aquí incluidas según el decir apostólico: "Porque en el evangelio la justicia de Dios SE REVELA POR FE (plano salvífico) Y PARA FE (para la regeneración y el alcance de la herencia), como está escrito: MAS EL JUSTO POR LA FE VIVIRÁ" (Vida sustentada por efecto de la justicia adjudicada), mostrando no sólo el principio de la vida, sino la vida misma desarrollándose hasta la madurez que habilita para la herencia.
*** "UN BAUTISMO".- No vamos a polemizar sobre la doctrina de bautismos aquí, pues el plan y propósito divinal tiene que ver con aquello que nos integra en la pluralidad de la unidad, y esto es señalado por el apóstol en 1Corintios 12:13: "Porque por un solo Espíritu fuimos todos bautizados en un cuerpo, sean judíos o griegos, sean esclavos o libres; y a todos se nos dio a beber de un mismo Espíritu". No es, pues, el bautismo que un hombre realiza en otro (eventualmente, eso nos divide; desconociendo el bautismo que otros han oficiado por distintos motivos, o con un ritual o palabras diferentes). Pero este bautismo es el que realiza el Espíritu mismo, incluyendo el plano pactual del "beberlo", para que la figura trinitaria se vea completada: El Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, señalando el panorama divinal que nos envuelve en la familia de Dios.
*** El principio integracionista que nos viene unificando como la famlia de Dios es relevante y prevaleciente durante toda la ministración apostólica, no habiendo base para discutir ni polemizar, viendo el trinitario obrar en su exacta dimensión.
PASTOR: EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA 20/11/2014
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