LIMA - PERÚ LUNES 11 DE AGOSTO DEL 2014
Gálatas 1: 10.
"Pues, ¿busco ahora el favor de los hombres. o el de Dios? ¿O trato de agradar a los hombres? pues si todavía agradara a los hombres, no sería siervo de Cristo".
*** Tras dejar el plano de la maldición sobre los propagadores de la burda y perversa trama del coctel: ley+gracia= autosalvación; Pablo prosigue con el desarrollo de este texto bendito y glorioso.
*** La búsqueda de favores seculares nos hace ser muy tolerantes o muy consecuentes con los que son muy populares ante los ojos de los hombres, claudicando en nuestra posición, y sumándonos a la creciente agrupación que le concede al ser humano la semi-autoría de la salvación, haciendo más grata su asociación con los prevaricadores doctrinales entretanto encadenan su alma y condenan su existencia a una frustración que los conducirá a la final apostasía o a la litúrgica hipocresía que los mantenga "religiosamente estables".
*** Toda anuencia a las mentiras doctrinales de moda, nos mantendrán como parte de los más, de las grandes mayorías que pierden su salvación vía sus déficits espirituales (¿habrán cometido el pecado imperdonable?) Desde que se apareció el nuevo pacto, ningún otro sacrificio es acepto delante de Dios. ¿Y si ya cometieron el pecado imperdonable?; ¿Y si ya llenaron la medida de la "divina intolerancia"?; ¿Y si son perdidos por segunda vez, y no se han dado cuenta aún? Razonemos: "Perdido, siempre perdido"; "Perdido que puede ser salvo (con fecha de caducidad)"; "Salvo que puede perderse si comete cierta cantidad de pecados no precisada por decisiones rabínicas o pastorales". Éstos son los que viven a "salto de mata" temiendo siempre el enojo divino si no se llega al divino agrado "según ellos" ¿Dónde estarán Anas y Caifás? ¿y el rey Saúl? ¿Y Salomón? ¿Y Sansón? (Jn.9:24-34).
*** Mientras la certeza del divino obrar trinitario: (I) Salvos por misericordia y no por obras de justicia que hubiéramos hecho; (II) Por el lavamiento de la regeneración: y (III) Por la renovación en el Espíritu Santo; conforme Pablo afirmara en Tito 3:5; los demás se debaten sobre sus merecimientos conforme a su justicia propia, no estando seguros de nada, en cuanto a su fe y a la divina fructificación que la misma produce como singular evidencia. La fe real siempre trae las obras correspondientes en calidad de consecuencia. Así como la semilla trae un árbol que produce fruto conforme a su género, así acontece con la Palabra de Dios ingerida dando fruto al treinta, sesenta y ciento por uno; NO HAY CREYENTES AL 0%. (Mt.13:23).
*** El favor de los hombres te traerá a una postiza aceptación, a una hipotética posición que se verá apoyada por los que son como tú. Te blindará políticamente; te abrigará socialmente; te aceptará religiosamente; te aplaudirá cínicamente...te recibirá en las moradas eternas de las almas de piedad aparente (Lc.16:9,15; Tit.1:15-16).
*** Si nuestro intento se basa en el agrado a los seres humanos en su gloria secular, en su falsía espiritual, ya sabes a quién estás sirviendo. Los siervos de Cristo no tienen que afanarse por conseguir resultados grandes o explosivos, la naturaleza productiva de la Palabra misma, obrando en nosotros, operará según su esencia trayendo fruto para la gloria de Dios. El agrado divino puede ofender a quienes no le sirven en el espíritu, sintiéndose agraviados y molestos por tu éxito. Si trabajas para Dios, y logras objetivos, no faltará quien se enfade, pero Dios estará satisfecho contigo. Eso es el agrado divino hE.11:2,5-6).
PASTOR EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA 11/08/2014
Gálatas 1: 10.
"Pues, ¿busco ahora el favor de los hombres. o el de Dios? ¿O trato de agradar a los hombres? pues si todavía agradara a los hombres, no sería siervo de Cristo".
*** Tras dejar el plano de la maldición sobre los propagadores de la burda y perversa trama del coctel: ley+gracia= autosalvación; Pablo prosigue con el desarrollo de este texto bendito y glorioso.
*** La búsqueda de favores seculares nos hace ser muy tolerantes o muy consecuentes con los que son muy populares ante los ojos de los hombres, claudicando en nuestra posición, y sumándonos a la creciente agrupación que le concede al ser humano la semi-autoría de la salvación, haciendo más grata su asociación con los prevaricadores doctrinales entretanto encadenan su alma y condenan su existencia a una frustración que los conducirá a la final apostasía o a la litúrgica hipocresía que los mantenga "religiosamente estables".
*** Toda anuencia a las mentiras doctrinales de moda, nos mantendrán como parte de los más, de las grandes mayorías que pierden su salvación vía sus déficits espirituales (¿habrán cometido el pecado imperdonable?) Desde que se apareció el nuevo pacto, ningún otro sacrificio es acepto delante de Dios. ¿Y si ya cometieron el pecado imperdonable?; ¿Y si ya llenaron la medida de la "divina intolerancia"?; ¿Y si son perdidos por segunda vez, y no se han dado cuenta aún? Razonemos: "Perdido, siempre perdido"; "Perdido que puede ser salvo (con fecha de caducidad)"; "Salvo que puede perderse si comete cierta cantidad de pecados no precisada por decisiones rabínicas o pastorales". Éstos son los que viven a "salto de mata" temiendo siempre el enojo divino si no se llega al divino agrado "según ellos" ¿Dónde estarán Anas y Caifás? ¿y el rey Saúl? ¿Y Salomón? ¿Y Sansón? (Jn.9:24-34).
*** Mientras la certeza del divino obrar trinitario: (I) Salvos por misericordia y no por obras de justicia que hubiéramos hecho; (II) Por el lavamiento de la regeneración: y (III) Por la renovación en el Espíritu Santo; conforme Pablo afirmara en Tito 3:5; los demás se debaten sobre sus merecimientos conforme a su justicia propia, no estando seguros de nada, en cuanto a su fe y a la divina fructificación que la misma produce como singular evidencia. La fe real siempre trae las obras correspondientes en calidad de consecuencia. Así como la semilla trae un árbol que produce fruto conforme a su género, así acontece con la Palabra de Dios ingerida dando fruto al treinta, sesenta y ciento por uno; NO HAY CREYENTES AL 0%. (Mt.13:23).
*** El favor de los hombres te traerá a una postiza aceptación, a una hipotética posición que se verá apoyada por los que son como tú. Te blindará políticamente; te abrigará socialmente; te aceptará religiosamente; te aplaudirá cínicamente...te recibirá en las moradas eternas de las almas de piedad aparente (Lc.16:9,15; Tit.1:15-16).
*** Si nuestro intento se basa en el agrado a los seres humanos en su gloria secular, en su falsía espiritual, ya sabes a quién estás sirviendo. Los siervos de Cristo no tienen que afanarse por conseguir resultados grandes o explosivos, la naturaleza productiva de la Palabra misma, obrando en nosotros, operará según su esencia trayendo fruto para la gloria de Dios. El agrado divino puede ofender a quienes no le sirven en el espíritu, sintiéndose agraviados y molestos por tu éxito. Si trabajas para Dios, y logras objetivos, no faltará quien se enfade, pero Dios estará satisfecho contigo. Eso es el agrado divino hE.11:2,5-6).
PASTOR EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA 11/08/2014
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